"Querés que te llore? Te río", le esbosó con demasiadas ganas de abandonar la práctica de la tragedia, es así, el destino no juega limpio, no son las personas la que lo arruinan, las personas solo saben sentir, SENTIR, no manipular el mundo, ni controlar tormentas…
Así que si me vas a pedir a portazos que te odie, lamento decirte que pesa mas tu sonrisa reinita, embarrame la cancha si querés, yo en ella planeaba plantar mis flores, no resbalar…